La relación entre SEXO y GÉNERO puede problematizarse desde perspectivas filosóficas, sexológicas y queer, pero debe tenerse en cuenta que cualquiera de las problematizaciones o incursiones en profundidad (p.ej., como las realizadas por P. B. Preciado y Butler) no están dirigidas a deshabilitar al GÉNERO como categoría de análisis aplicable a otras ciencias sociales (p.ej., en el estudio demográfico), esto es importante recalcarlo porque no en todos los sitios está claro.
Dicho esto, hay conclusiones como las de Laqueur y Butler que resultan interesantes cuando sostienen que la naturalidad creada del sexo se deriva del género establecido culturalmente, no es el género el que se deriva del sexo natural. Al contrario de lo que se sostiene en otras perspectivas, esta inversión de orden GÉNERO-SEXO cuestiona la solidez de las estructuras sociales del sexo, algo que no es nada descabellado plantear y que para algunas autoras es necesario hacerlo mientras que para otras tendría unas consecuencias catastróficas en otros órdenes como el legislativo.