La descolonización que Grosfoguel recoge de Fanon y De Sousa Santos, constituye una llamada de atención sobre los planteamientos darwinianos-ilustracionistas (2) que, apoyándose en los avances –estos sí, de carácter universal-, reducen a un solo modo la multiplicidad de formas sociales, tanto como a una única interpretación posible la que se formule desde un paradigma estrecho-singular. En tanto que intentos de superación positiva de los límites de las aproximaciones de los teóricos de la crítica y del paternalismo de Occidente, se prestan a una reflexión meta-científica y filosófica que aporte enfoques globales a cuestiones que deben ser planteadas globalmente.
No obstante, reducir en su totalidad el pensamiento que desde Occidente (en términos no geográficos) se ha producido, a la consideración de “eurocéntrico” conlleva impugnar avances que son extensibles a toda la humanidad y equiparar, o relativizar, éstos a otras formas de saber acerca del mundo. Así podríamos ver paradójicamente a la medicina junto a la homeopatía u otras formas de “curación” tribales, de manera que el fundamento de validez de estas descansaría en un libre albedrío electivo como si de un mercado de abastos epistémico se tratara. Avanzando en la mediatización de la propuesta descolonial y las críticas que a ella se pudieran formular, cabría encaminarse a orientar las ciencias descolonializadas (3) hacia una analítica que haga superar los prejuicios de cualquier suerte de formulación, y a la vez liberar a las ciencias sociales de los yugos y actitudes que las lastran –quizás hasta llegar a abandonar el intento de absolutización de la verdad que afirma cada tesis, para dar cuenta de una pretensión (y nada más) que se confirma, de cómo son los objetos que las propias ciencias estudian-.
A modo de conclusión, es posible una ruptura con modelos que son en realidad formas de interpretar parcialmente
lo social, modelos sesgados y en muchos casos disgregadores, intencionados o simplemente que responden a lo conocido en ese momento. Ni el origen de producción del conocimiento es criterio de confirmación, ni tampoco está disuelta (amén de caer de nuevo en un pensamiento absoluto) la contaminación que responde a la idealización de los clásicos o de sus metodologías; es pues vital reconocer que las ciencias sociales deben articularse reflexivamente y en diálogo también con otras ciencias para una apertura de sí mismas.
(GROSFOGUEL, 2011) En el texto, Grosfoguel presenta una exposición de la teoría de Frantz Fanon (2010) y el análisis de la sociología de las ausencias de Boaventura de Sousa Santos (2006).
Preferimos utilizar el término ilustracionista para recoger los aspectos negativos (los cuales muchos de ellos ya han sucumbido a la crítica) de los movimientos artísticos- filosóficos y científicos de la Ilustración: la absolutización de valores y verdades, la Razón como fundamento último, y todas aquellas otras narrativas de corte totalitario que justifican, apoyan o promueven la visión de un único mundo y de una única forma.
Aquí entendemos la descolonización como un proceso, al que nos referimos en párrafos anteriores, que, sin haberse constituido como un círculo cerrado y finito, se hayan desprendido
implicaciones metodológicas y teóricas de aquello que analíticamente se propone abordar.