Del problema de la mente al conflicto de sus implicaciones

24 de febrero de 2014

Notas

*  Vid. El Concepto de lo mental, Ryle. G. 2005 (Paidós: Barcelona)

Nota 1:   En este sentido de "razón", y para un mayor detenimiento consúltese Aspects of reason, Grice, H. P. 2001 (Oxford University Press: EEUU)

Nota 2: En este sentido de "razón", y para un mayor detenimiento consúltese Aspects of reason, Grice, H. P. 2001 (Oxford University Press: EEUU)

Nota 3: Este es el objeto de la Filosofía como se justifica en Dilemas, Ryle, G. 1979 (UNAM: México) 

Nota 4: Puede tomarse en este punto la explicación de Eugenio Trías en El artista y la ciudad, 1983 (Anagrama: Barcelona), en el marco de su propuesta de Filosofía radical como ontología.

Bibliografía

  • El Concepto de lo mental, Ryle. G. 2005 (Paidós: Barcelona)
  • Filosofía de la mente, Moya, J. C. 2006 (Universitat de Valéncia: Valencia)
  • Dilemas, Ryle, G. 1979 (UNAM: México)
  • Aspects of reason, Grice, H. P. 2001 (Oxford University Press: EEUU)
  • El artista y la ciudad, Trías, E. 1983 (Anagrama: Barcelona)

Texto original sobre Filosofía de la mente, de elaboración propia.

En el marco general de las propuestas teóricas de Filosofía de la Mente, encontramos la encabezada por Gilbert Ryle* el conductismo lógico. Mediante el análisis conductual, y apoyándose en la lógica relación del lenguaje cotidiano con la conducta y con las adjetivaciones de la personalidad, la propuesta alcanza a rechazar el dogma cartesiano y a plantear un nuevo método más plausible para conceptualizar la mente.

La idea que se persigue en el presente ensayo es la de extremar la hipótesis que el conductismo lógico presenta, haciéndolo mediante un ejercicio práctico hipotético que deja entre ver los conflictos filosóficos que subyacen en la filosofía contemporánea.

Imagínese un mundo como el suyo, del mismo tipo. Imagínese dos individuos a los cuales nos referiremos bajo los nombres de María y Belén. Imagine la situación que se describe a continuación:

  • 1) María y Belén tras tres años de noviazgo deciden marchar a vivir juntas. A los pocos meses, conforme a sus sentimientos toman la decisión de contraer matrimonio porque están enamoradas, y lo hacen unas semanas después. 
  • 2) Tiempo más tarde, María con 28 años, y Belén, que cumple 30 ese mismo día, sufren un accidente de coche y son llevadas al Hospital. 
  • 3) Belén ha sufrido un fuerte traumatismo y el diagnóstico concluye con que sufre amnesia. María, que ha tenido mejor suerte, espera que Belén pueda reconocerla, pero no es así. Belén no recuerda nada de los últimos años. 

¿Cómo consideramos este caso a partir de las propuestas de Gilbert Ryle? 

Corresponde en este momento recordar que desde el conductismo lógico de Ryle, las actividades mentales no serían unas actividades añadidas al cuerpo como tampoco lo sería la mente; en la misma línea, desarrollar alguna tarea o tener propiedades mentales como deseos, sentimientos o creencias consistiría en atribuir propiedades disposicionales para la conducta manifiesta en ciertas circunstancias. El conocimiento de los otros, así como el de sí mismo, depende de la observación del comportamiento.

Tras este breve inciso, podemos retomar la pregunta anterior. Así, en el caso hipotético, cuando nos referíamos a los "sentimientos", lo hacíamos al conjunto de propiedades disposicionales que los caracterizan, esto es, las que verbalmente agrupamos bajo tal nombre. "Estar enamorado" aquí es entendible como disposición o razón justificativa (Ver NOTA 2) - explicativa de las actitudes conductuales de María y Belén al contraer matrimonio, también es el hábito de la emoción que Ryle describe en sus acepciones de motivación, estado de ánimo y, también, como angustia, aunque ésta última no deba ser utilizada para explicar el comportamiento. La consecuencia del traumatismo se resuelve en la pérdida de memoria, o sea, en el no recuerdo o retorno a un estado cerebral anterior al acontecimiento. 

Para entender el objeto que perseguimos con este escrito, hemos de suponer que es posible que el caso hipotético propuesto sea razonable y quepa aceptar la posibilidad de que alguien cambie la disposición en cuestión, es decir, que un enamorado en realidad sea lo que la tesis de la que partimos dice que es. 

¿Qué supone aceptar que los sentimientos son, realmente, disposiciones? ¿Podemos plantear lícitamente la posibilidad de aislar disposiciones y conjeturar la conducta del individuo? De un lado, el conocimiento de los demás y de alguien mismo dependería de la observación del comportamiento. De hecho la teoría nos dice que las auto-atribuciones de estados mentales no son privilegiadas en cuanto a la verdad o al error en comparación a la atribución que otro hace del comportamiento de uno. Entonces, podemos concluir que es plausible afirmar que Belén tras el accidente no siente cualitativamente la misma atracción por María. ¿Podrá volver a hacerlo? Si Belén es capaz de sentir de nuevo, y siguiendo la argumentación del programa de Ryle debe serlo porque podemos aprender a partir de la observación de la conducta del entorno, entonces habrá podido aprender lo que antes sabía.

Ahora traslademos el caso al siguiente ejercicio:

  • 1) Un equipo de científicos consiguen aislar el accidente (las condiciones en las que ocurre) que provoca la amnesia en un individuo, el descubrimiento, que revoluciona el panorama científico mundial, es comprado por una élite de individuos que pretenden beneficiarse de su aplicación y elaboran un Plan.
  • 2) La élite ordena seleccionar al mayor número posible de individuos para practicar el experimento. Consiguen cerca de 9000 personas.
  • 3) El experimento logra tornar a un estado anterior a la inmensa mayoría de los seleccionados, y tras recrear el accidente "pierden" la memoria reciente. A lo largo de unas semanas, viven en una ciudad con un comportamiento distinto. Los individuos entonces han sido manipulados conforme al interés del ejecutor del Plan.

No se pretende pecar de fantasía en el ejercicio anterior, sino, como se exponía al comienzo, extremar las consecuencias que puede abrir el desvelamiento de lo oculto del individuo. Si el comportamiento es la llave del individuo, disponiendo de ella, se puede tener bajo control su mente, algo que es cuestionable. Entonces habremos de preguntarnos hasta qué punto es la Filosofía así entendida responsable de la verdad, y hasta dónde profundizar en la comprensión del individuo es liberarnos de confusiones conceptuales .  (Ver NOTA 3)

Entender el conductismo lógico como una mera reducción del ser humano a la conducta del individuo supone alejarse del sentido filosófico de la propuesta y de su reflexión. Hemos de poder hacer compatible saber cuál es nuestra constitución mental con el progreso que supone creer que el ser humano merece quizás algo más que su propia conceptualización como un ser-conducta, y aún no mereciéndolo no muchos estaríamos dispuestos a asumir que, salvo uno mismo, el resto de los mortales no son otra cosa que zombis. Podemos lograr ubicar en el centro de la reflexión como hizo el renacimiento florentino (Ver NOTA 4) al uomo singulare, podemos discutir de qué está compuesto, pero ¿hasta qué punto debemos hacer con la Filosofía una ciencia? Ryle no lo aceptaría. 


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